¿Los cerdos ibéricos pelan la bellota antes de comerla?
Como ya sabemos, el cerdo ibérico es una raza autóctona de la península ibérica, que se caracteriza por su color negro o rojizo, pezuñas normalmente negras, hueso fino y gran capacidad de engrasamiento, especialmente con la bellota, durante la montanera.
La bellota madura y cae en octubre, que es cuando empieza la montanera, el periodo en que el cerdo está libre en la dehesa y se alimenta solo de bellota, hierba, raíces y los recursos naturales que pueda conseguir por sí mismo. Según madura y pierde humedad se ve reducido su tamaño y se separa así del cascabullo, cúpula o cascabillo que la sujeta a la rama.
La bellota es el fruto de la encina y también del alcornoque, roble y quejigo. Posee gran cantidad de hidratos de carbono y menos contenido de grasa, aunque esta es muy rica en ácido oleico que le va a aportar a la carne del animal esa fluidez, brillo y sabor característico del ibérico de bellota. Pero esto es en su interior, el cotiledón. Sin embargo, la cutícula que lo recubre está formada principalmente por celulosa y contiene altos niveles de lignina y taninos, que pueden ser muy irritantes para la mucosa gastro intestinal y por tanto pueden producir trastornos digestivos y diarreas al animal.

Los cerdos son, igual que nosotros, animales monogástricos. Esto quiere decir que no pueden realizar fermentaciones en su estómago que les permita procesar y asimilar posteriormente las celulosas. Por ello es conveniente que puedan comer la bellota sin la corteza, y la realidad es que así lo hacen.
Cada cerdo vaga por la dehesa durante horas, buscando las bellotas más grandes y dulces, mientras haya suficientes para que pueda elegir, claro. Cuando las va encontrando las mete en la boca, las muerde con un solo mordisco inicial que la parte en dos y, hábilmente separa cotiledones de cáscara. Escupe estás y mastica ya la rica parte nutritiva del interior. Es cierto que el pelado no es perfecto, algún trozo de cáscara acaba ingiriendo de vez en cuando y también suelen dejar algún resto de cotiledón pegado a las cutículas que escupe. ¡Nadie es perfecto!
Conclusión: Realidad. El cerdo ibérico pela las bellotas en la boca y escupe las cortezas antes de masticar el nutritivo contenido. Esto le permite aumentar su eficacia digestiva y librarse de las molestias gastrointestinales que le producirían los altos contenidos de lignina y taninos de la corteza.
Firma: Juan V. Olmos
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