No se puede realizar un nuevo pedido desde su país. EE.UU.
En 1991, descubrimos una raza olvidada, que estaba al borde de la extinción: el cerdo Mangalica. Cerdo autóctono de Hungría y del mismo “tronco” mediterráneo que el cerdo ibérico.
Es el resultado de la mezcla de la raza traída por los romanos con cerdos semi-salvajes de las montañas y cruces posteriores. Es muy resistente y aguanta los crudos inviernos y los veranos calurosos de la estepa húngara. En 1990 quedaban menos de 200 ejemplares.
El Mangalica pasa los crudos inviernos de la estepa húngara. La nieve cubre los campos varios meses y se llega a los -25 grados, por eso su pelo es más abundante y rizado que el del ibérico.
Su carácter andador y su alimentación natural a base de maíz, trigo y pastos, unido a la madurez que alcanza, hacen que sea idóneo para productos curados de la más alta calidad.
La raza Mangalica tuvo un extraordinario desarrollo en el Imperio Austro Húngaro, protegida por los propios emperadores. Al acabar la segunda Guerra Mundial, parte de las indemnizaciones de guerra se pagaron con miles de hembras Mangalica. La raza ya no pudo recuperarse.
Además, la introducción del cerdo blanco, más grande y de crecimiento rápido, y los cambios del consumo, casi consiguen la total desaparición de la raza. En 1991 apenas había 200 ejemplares Mangalica en toda Hungría.
Hasta que sucedió un encuentro fortuito: en 1991, La familia de Monte Nevado se topó con esta variedad buscando animales grasos para productos de larga curación, reconoció en ella muchas de las virtudes del cerdo ibérico, y apostó por la conservación de la raza.
Tras 10 años de arduo trabajo, en 2001 el número de animales reproductores de Mangalica superaba ya los 7.000, consolidándolo como uno de los productos gourmet a tener en cuenta. En 2006 se exportaron varios ejemplares a Gran Bretaña (registrados en la BPA Mangalitza Herd Book), y en 2007 a los EEUU.
En 2004, la raza Mangalica fue declarada Patrimonio Nacional Gastronómico por el Parlamento Húngaro.
Monte Nevado se ha convertido en la embajadora de esta nueva especialidad gastronómica.
El propio estado húngaro, a través de su presidente János Áder, condecoró en 2016 a nuestro director con la Cruz de la Orden de Honor de Hungría por recuperar esta raza autóctona.
Hoy existe en Hungría, tras más de 25 años, una cabaña media de 2.000 madres de cerdo Mangalica y unas 25.000 cabezas en total, que se crían y alimentan en campos húngaros, con una alimentación natural.
Posteriormentem los jamones y paletas y lomos, seleccionador por ser susceptibles de una larga curación vienen a los secaderos de Monte Nevado, donde son tratados con todo el mimo del jamón ibérico: una curación en secaderos naturales, con una revisión individualizada por nuestros maestros jamoneros.
En 2018 se inició la distribución en España de la carne fresca Mangalica, un delicatessen también muy apreciado en Japón y en Corea.
Por un golpe de fortuna, los entusiastas del jamón ahora tienen una especialidad distinta y nueva para saborear, cuya historia se remonta a los romanos.
El jamón Mangalica tiene un sabor y aroma intensos, que fluyen en la boca y aportan una gran suavidad.
¿No le dan ganas de probar el resultado?
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Hace casi 120 años se inició nuestra saga de maestros jamoneros. Desde entonces hemos acumulado conocimiento y experiencia para afinar y elegir el momento exacto de curación de cada pieza: el jamón en su momento perfecto.