No se puede realizar un nuevo pedido desde su país. EE.UU.
Cada jamón pide su tiempo. Según su infiltración de grasa, según su madurez, según su tamaño, su pH, su perfilado… cada uno necesita que el proceso de curación sea diferente.
Por eso día tras día, incansablemente, examinamos nuestros jamones.
Cada día, cada uno de nuestros maestros jamoneros comprueba, tantea, palpa y cala decenas de piezas. Un proceso minucioso y único.
Un proceso que busca el momento perfecto de cada jamón.
El proceso se inicia con una cobertura inicial de sal. Posteriormente, se pasa por una larga fase de secado y maduración en la que, para evitar una huella de tiempo excesiva, se aplica la manteca manualmente. Finalmente, se pasa al periodo de envejecimiento, donde cada jamón se revista regularmente de forma individual y se mima hasta conseguir su textura óptima.
Cada jamón Monte Nevado pasa por su propio camino de curación y cuidados. Su aroma y su sabor se consiguen gracias a curaciones naturales individualizadas, lentas y largas.
Por eso no hay jamones anónimos: nuestros maestros jamoneros perciben, en cada caso, si un jamón está listo para merecer nuestra vitola.
Por eso cada jamón Monte Nevado tiene su DNI, su código único que permite conocer su recorrido individual en busca de la perfección.
Con el código único, Ud. podrá conocer los detalles de la historia de su jamón.
Búsquelo en la trasera de la vitola de su jamón Monte Nevado.
Su jamón ha sido preparado, clasificado, curado y seleccionado de forma individual.
Aquí están todos los detalles de esta historia única
17 feb 2010
Aplicación selectiva de manteca
Cobertura selectiva de manteca y aceitado
Tras las primeras semanas, el jamón recibe una aplicación de manteca para protegerlo, ralentizar la curación y evitar notas de sabor indeseadas. Se repasa varias veces según cada caso.
Cada jamón se revisa de forma manual, palpando su consistencia y su textura, y se clasifica en consecuencia.
Durante el tiempo que permanece en nuestras bodegas, se realizan re-clasificaciones manuales hasta determinar el momento perfecto de curación. el calado final sirve para confirmar que está listo para salir.